MANOLO VALDÉS
Pintor y escultor español reconocido internacionalmente. Vive y trabaja en Nueva York desde 1989. Ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos en 1957 y la abandonó dos años más tarde para dedicarse por completo a la pintura. Pronto demostró una capacidad creadora y una habilidad técnico‐formal fuera de lo habitual. A principios de los sesenta constituyó el grupo Estampa Popular y en 1964 crearon Equipo Crónica que perduró hasta el fallecimiento de Rafael Solbes en 1981. Este colectivo proyectará su mirada irónica, cuando no crítica, sobre la realidad de la época. Este “realismo crítico” con que se ha definido su obra se completará con una revisión y reinterpretación de los estatutos de la propia tradición pictórica. En un sentido parecido al pop art, consideraron que las imágenes eran esencialmente un vehículo comunicativo, tanto procedentes del cine, el cómic o las revistas ilustradas como desde una reproducción gráfica de una pintura de Velázquez, Van Gogh o Picasso. Esta concepción, les permitirá descontextualizar y combinar antitéticamente distintas representaciones, generando de este modo significados distintos a los que tenían originariamente y por separado. Este maridaje compositivo será su estrategia.En solitario aunque seguirá inspirándose en las grandes obras de la historia del arte, la narratividad o el gusto por la ironía y lo anecdótico fueron desapareciendo en pos de una pintura cada vez más densa y esencial. Ese reencuentro con la textura y la materia, y aún sin apartarse nunca de la figuración, acercan sus trabajos técnicamente al de los pintores informalistas como Millares, Tàpies, Burri o Dubuffet. Asimismo, la escultura va ocupando un papel cada vez más relevante dentro de su producción. La madera es el material que más trabaja, pero no rehúsa explorar las calidades táctiles y formales del plomo, el zinc, el granito o el alabastro.
Buscando nuevos estímulos se instaló en Nueva York donde continúa con esa línea basada en la asimilación y reelaboración de objetos y obras de arte. Fruto de sus paseos por las calles neoyorkinas, hay una presencia cada vez mayor de motivos provenientes de la vida cotidiana (zapatos, bolsas de la compra, frascos de perfume, guantes, etc.). Estos objetos al igual que las vasijas griegas del Metropolitan, los picassos y matisses del MOMA o los velázquez y zurbaranes del Prado, serán sólo pretextos con los que tejerá sus obras, reflexiones sobre el arte en sí mismo, sobre sus formas, texturas, materias y colores.
Premiado en varias ocasiones, su obra puede admirarse en distintos espacios públicos: Las Damas de Barajas o la Reina Mariana en Valencia y Mónaco; y grandes museos contemporáneos: Fundación La Caixa, Chase Manhattan o Exxon, Guggenheim de Bilbao, Kunstmuseum de Berlín, Metropolitan y MOMA de Nueva York, etc.